Cuentan -¡pero Alah el Exaltado es más sabio!- que, en un país entre los países musulmanes, había un viejo rey cuyo corazón era como el Océano, cuya inteligencia era igual a la de Aflatún, cuyo natural era el de los Cuerdos, cuya gloria superaba a la de Faridún, cuya estrella era la
propia estrella de Iskandar, y cuya dicha era la de Khosroes Anuchirwán. Y tenía siete hijos brillantes, parecidos a los siete fuegos de las Pléyades. Pero el más pequeño era el más brillante y el más hermoso. Era rosado y blanco, y se llamaba el príncipe Jazmín.
Y en verdad que se desvanecerían en su presencia el lirio y la rosa. Porque tenía un talle de ciprés, un rostro de tulipán fresco, cabellos de violeta, bucles almizclados que hacían pensar en mil noches oscuras, una tez de ámbar rubio, dardos curvos por pestañas, rasgados ojos de narciso; y sus labios encantadores eran dos alfónsigos. En cuanto a su frente, con su brillo daba vergüenza a la luna llena, cuyo rostro embadurnaba de azul; y de su boca con dientes de
pedrería, con lengua de rosa, fluía un lenguaje dulce que hacía olvidar la caña de azúcar. Así formado, y vivaracho e intrépido, resultaba un ídolo de seducción para los ojos de los amantes.
Y he aquí que, de los siete hermanos, era el príncipe Jazmín el encargado de guardar el innumerable rebaño de búfalos del rey Nujum-Schah. Y su morada eran las vastas soledades y los prados. Y estaba un día sentado tañendo la flauta mientras cuidaba de sus animales, cuando
vio avanzar hacia él a un venerable derviche, que, después de las zalemas, le rogó ordeñara un
poco de leche para dársela. Y contestó el príncipe Jazmín: "¡Oh santo derviche! soy presa de una pena punzante por no poder satisfacerte. Porque he ordeñado a mis búfalos esta mañana, y
claro es que no puedo aplacar tu sed en este momento". Y el derviche le dijo: "A pesar de todo, invoca sin tardanza el nombre de Alah, y ve a ordeñar de nuevo a tus búfalos. Y descenderá la bendición". Y el príncipe semejante al narciso contestó con el oído y la obediencia, y estrujó la teta del animal más hermoso, pronunciando la fórmula de la invocación. Y descendió la bendición; y el vaso se llenó de leche azulada y espumosa. Y el hermoso Jazmín se la presentó al derviche, que bebió para aplacar su sed y se sació.
Y entonces encaróse con el joven príncipe, y le dijo, sonriendo: "¡Oh niño delicado! no has alimentado una tierra infecunda, y nada más ventajoso para ti que lo que acaba de ocurrir. Has de saber, en efecto, que vengo a ti en calidad de mensajero de amor. Y ya veo que verdaderamente mereces el don del amor, que es el primero de los dones y el último, según estas palabras:
¡Cuando no existía nada, el amor existía; y cuando nada quede, quedará el amor!
¡Es el primero y el último!
¡Este es el punto de la verdad; es lo que por encima de todo se puede decir! ¡Lo que acompaña el ángel de la tumba!
¡Es la hiedra que se une al árbol y bebe su verde vida en el corazón que devora!
En cuanto a la planta de sus dos piececitos, es de lo más encantadora. Su corazón es un pomo de esencia sellado, y su espíritu está dotado del don supremo de la inteligencia. ¡Si avanza, se promueve el tumulto de
Y tras de hablar así, el viejo derviche respiró prolongadamente; luego añadió...
En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente.
¿A que entra sueño ?
13 comentarios:
¡Hola Isabel! y hasta luego, es viernes y hay que irse, vine a saludarte porque el olor de los jazmines llegó hasta mi rincón, ufff ¡qué maravilla!, luego vuelvo a terminar de leerte.
Abrazos.
Driada, qué maravilla de jazmín. Cómo está de florido, ¡impresionante!
Yo tengo también uno, pero es de los otros, de los normalitos. También tengo una diamela, que creo que es de la misma familia, pero no sé, jeje, no entiendo mucho.
Me voy pronto a la cama pues estoy molida hoy. Espero que a estas horas tú estés descansando y que mañana, cuando veas tu amanecer, te encuentres bien y tranquila, porque todo y todos también lo están.
Hasta mañana, amiga.
Buenas noches.
Un abrazo grande
Conchi
Mi querida Driada hoy regreso a tus jardines y me encuentro con este aroma maravilloso del jazmìn y con esta historia increìble.
Me encanta el aroma a esta flor como el de la rosa. Casi siempre los perfumes que màs se me quedan por mi Ph, son justamente los que llevan estas esencias.
Cuando paso cerca de una gran planta de jazmin con la brisa se lleva el aroma hasta muy lejos, es delicioso.
Siempre perfumando nuestras vidas y hermoseàndolas con tus bellas plantas y flores.
Un besito enorme mi niña y que tengas un lindo fin de semana.
Agualuna-Sussy
Estimada Driada, que maravilloso recorrer tu blog después de tanta ausencia, siempre es muy gratificante tu jardín, está tan bien cuidado que hasta parece desprenderse un suave perfume de tus letras e imàgenes.
Un gran abrazo
me encantan los jazmines!!
creo que es mi flor preferida, mas que nada por el aroma....
gracias,reina.
besos y buen finde
Una historia muy bonita y exquisito el aroma del jazmín,,,me encanta!!!!
Besitos Isabel y feliz finde!!!!
Pues la verdad, es que no me ha entrado sueño, jejeje, me ha encantado la historia.
De los jazmines me llega el olor, ¡no veo las fotos! agggg. Entraré más tarde por si es problema mío.
Pisar este jardín mágico ¡me gusta!
Un beso y un abrazo muy fuertes.
Retomo la lectura y pienso que Driada no puede estar callada, es hermoso cuanto dice, son bellas las imágenes que nos muestra en este mágico jardín y para nada entra sueño.
Abrazos.
Realmente, querida Amiga... estamos tan conectadas, que al entrar hoy a tu JARDIN, me he encontrado con estos jazmines y esta historia preciosa.
¡Cual fue mi asombro, que hasta mi marido (el Santi), me preguntó si yo te había comentado algo!
Resulta que tuve que cambiar de médico. Cuando fuí por primera vez, ví ese hermoso jazmín en su jardín.
A partir de ese momento (del que no hace muchos días), vivo preguntando cómo se llama y dónde lo puedo conseguir.
No, no y no. No se puede creer!!!
Es realmente como si te lo hubiera preguntado a ti.
Realmente es una sutil hermosura y tiene un hermoso y delicado aroma.
El tuyo es maravilloso!
Un beso enorme y un gracias más grande aún, por tan hermoso posteo.
Me voy impregnada de ese aroma y te robo unas flores para adornar mi cabellos.
Deseo profundamente que estés y te sientas bien.
Creo que estos jazmines, en algo me dicen que síiii.
Un gran beso de quien mucho te quiere.
Hasta aquí huele tu artículo...exquisito!
Y Schehrazada! Precisamente cuando comencé a leerte, pensé en ella. Dicen que las mujeres moras acostumbraban llevar entre sus pechos un jazmín ¿Acaso algo más sensual?
Gracias Amiga y mis disculpas por la tardanza en pasar. Son tiempos de intenso trabajo para mí, pero vamos, aquí estoy!
Te abrazo con mucho cariño!
Maravillosa las flores, y el mono, para ser sincera, también!!!, me parecen muy tiernos, llenos de tristeza, por no haber podido vivir junto a nosotros...
Totalmente de acuerdo con el comentario anterior.
Besos desde esta Primavera que nos está alcanzando a nosotr@s.
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