lunes, 21 de diciembre de 2015

ORQUÍDEAS CADA 18 DE DICIEMBRE... Y SIGUE LA VIDA

 Nuevas Orquídeas han entrado en el jardín. 
 A punto de entrar en el invierno y puntualmente el 18 de diciembre y como señal de que la vida es un gran regalo las orquídeas y como ya es tradición me las regala mi hijo.
 Este año han sido tres ejemplares que como se ven en las fotos tienen unos espectaculares colores.
Moteadas de lila en fondo blanco, salpullido increschento de granate  sobre un amarillo intenso y por último pétalos en amarillo limón con centro en tonos rojizos, ¡preciosas!
 Mi pequeña colección de orquidáceas este año ha sufrido una baja, así que estos tres ejemplares ocuparan el lugar entre las que todavía viven y que  siguen floreciendo un par de veces al año. Ahora reposan. Estas vienen floridas porque para la venta les fuerzan la floración, pero las que ya tengo aclimatadas ahora no es tiempo de flores.
 Unos consejillos para que duren unas cuantas temporadas.
Lo primero que hay que hacer por muy bonito que sea el envoltorio es sacarlas de él. Fuera lazos, fuera musgo, fuera todo...  Veremos que están en pequeñas macetitas de plástico trasparente. No es casualidad, son Orquídeas aéreas, su hábitat natural son los árboles, crecen sobre ellos, son "parásitas", necesitan el sustento que le proporciona la corteza del árbol y sus raíces se retuercen en el aire buscando libertad y agarre al mismo tiempo. Por eso hay que liberar de todo ornamento a la plantita, si queremos que siga viviendo.
 Muy , muy poco riego y nada de plato con agua debajo de la maceta, ¡que se pudre!

Y nada de sol directo y menos al lado de una ventana por la que a través de los cristales  entre el sol , ¡se quema! ... ¿Dónde ponerla, entonces ? En invierno en un lugar fresco y cerrado, lejos de la calefacción. Aunque sea invierno la podemos sacar durante una mañana soleada, pero a la sombra, así la plantita crece fuerte. No olvidarse de ella si pasa frío se muere.
Preciosas Orquídeas, que me dicen UN AÑO MÁS.

martes, 8 de diciembre de 2015

ENSARTADAS EN LAS PÚAS.

 No  aparecía por aquí desde la última lluvia y aunque con el tiempo  que está haciendo siguen las rosas floreciendo, a ver si encuentro un rato extra y las traigo hasta aquí. Hace bastante tiempo que no hablo de ellas,  y este lugar es gracias básicamente a esas flores que existe . Bueno, que no tardo.

Pero hay algo que me es irresistible, las gotas de agua que quedan tras la lluvia atrapadas por todas partes.
Los cactos son verdaderos atrapagotas, 
 La mayoría quedan ensartadas en sus finísimas púas y así como si fueran cuentas de decenas de bolitas de cristal  brillan y lanzan destellos en todas direcciones.

 El espectáculo entre frágil y punzante es muy hermoso y no puedo dejar escapar unas imágenes que en minutos o muy pocas horas quedaran solo en eso,  hermosas imágenes, al menos a mi así me lo parecen.

 Púas en vez de hojas, cumplen la misión encomendada, atrapar, y si hace falta, hasta ensartar las minúsculas gotas, que no se escape ni una. La tierra tienen sed.

 Las crasas junto a los cactos, también saben retener las gotas de agua, pero estas lo hacen con suavidad  entre sus acolchadas y mullidas protuberancias  a modo de hojas y flores  atrapan las gotas y   con suavidad dejan que estas se deslicen hasta el interior de sus grandes rosetones centrales donde quedan almacenadas hasta que la planta absorbe el tan esperado regalo.



Mi afición a la captura de gotas de agua por medio de imágenes empezó  gracias a esta pequeña planta crasa y suculenta. Fue su textura  que siendo capaz de retener las gotas en suspensión durante bastantes minutos la que me llamó la atención por primera vez, y empecé a fotografiarla. En este blog existen esas primeras imágenes, de eso ya hace algunos años.
Gracias planta por la paciencia que has tenido posando para mi.