Con estos calores que no acaban de abandonarnos, hasta salir al jardín cuesta, por muy mágico que sea.
Las plantas que han estado en flor hasta ahora muestran signos de cansancio y agotamiento pero hoy vamos a ver a la gran heroína que resiste y que cada mañana espera los fuertes rayos del sol para abrir sus brillantes y llamativas flores.
El Sol es su gran aliado y desde el rincón más seco del lugar saluda a su benefactor con una lozanía que no tiene igual.
Las Gazanias son plantitas herbáceas y rastreras, capaces de cubrir suelo por pobre y seco que lo tengamos. Necesitan riego, como no! pero no excesivo, así que son las ideales para seguir disfrutando de color y alegría en el jardín por estas fechas.
La flor de la Gazania es una sencilla formación de pétalos multicolores a simple vista.
A mi me gusta acercarme a ellas todo lo que puedo, a veces haciendo la competencia a los insectos que muy bien saben a donde van.
¿Qué tal ese centro amarillo con pétalos blancos pincelados de lila ?
¿Y estas otras ? Vamos a la paleta; naranjas, morados, amarillos, me dejo algún tono, seguro.
Y sin más, esta otra. Amarillo limón y en el centro y a compás círculos verdinegros. Simple y perfecta.
Tan llamativa es la que contrasta colores; blancos, morados y amarillos o la que sencillamente se queda con los matices de un naranja que parece no quererse perder ni el más diminuto fotón.
La sencillez y la belleza de las Gazanias entra dentro de la perfección y exactitud de la Proporción Áurea, no podía ser de otra manera.
No me canso de admirar el dibujo que la naturaleza ha calculado para crear la divina proporción.
La relación, no satisfecha, entre la circunferencia y el diámetro. Los infinitos decimales que danzan y representan la vida. Simples Gazanias. Belleza precisa.
