La figura del hexágono acompaña con perfecto trazo los pétalos del Amarilis , pero es en su interior dónde las formas de sus estambres llaman poderosamente la atención.
Tres pétalos y tres sépalos dan forma a la gigantesca flor del Amaylis que abre casi al mismo tiempo que desarrolla sus lanceoladas hojas. Una vez seca la flor es conveniente cortarla y dejar que las hojas vayan secándose en la maceta y ahora todavía están tersas y brillantes hay que seguir abonando y regando de esta manera el bulbo acumulará los nutrientes necesarios.
Vuelvo a mirar su interior, en el Amarylis blanco y con los pétalos captando toda la luz de la mañana el polen parece canela sobre un dulce.
La envergadura de los 6 pétalos puede sobrepasar los 30 centímetros , una espléndida copa floral.
Este año al reducir las dimensiones de la maceta, el año pasado eran demasiado grandes y eso no beneficia la floración , ya que echa más hojas que flores y no interesa pierde fuerza y la flor se hace esperar. Con un recipiente que duplique al bulbo es suficiente y además así lo podemos trasladar al interior si se quiere disfrutar como decoración, aunque a mi particularmente no me gusta tener plantas dentro de casa.
Me encanta fotografiar el interior de la gran trompeta floral del Amaylis. Me acerco todo lo que puedo a ella ¿Se ven los granos de polen montados sobre esos pedúnculos tan armoniosos?
La voz popular llama a las flores del Amaylis la suegra y la nuera por su colocación sobre el tallo totalmente opuestas .... No me gusta la comparación , además no son dos , son tres flores e incluso cuatro las que llegan a abrir desde el tallo tubular que emerge desde el mismo centro del bulbo.
El Amaylis blanco y rosado este año ha estado un tanto débil, veré de engordar el bulbo durante el periodo de descanso a ver si así consigo una planta más vigorosa para la próxima primavera.
Es muy importante el calibre del bulbo y en los Amarylis se deben escoger los más robustos, también se pagan más caros pero cuando las flores abren se nota la diferencia .
El bulbo del Amarylis blanco era un gran cebollón y la planta ha resultado espectacular.
Entre la fotografía de arriba y esta que sigue se puede apreciar la salud de la floración , que es lo que escribía arriba . Los pétalos blancos son gruesos y se aprecia la vitalidad de la planta en cambio en el Amaylis rosado y blanco no hay tanta fortaleza y el secreto está en el bulbo.
Por tanto es muy importante cuidar el reposo de los bulbos en cuanto las hojas se secan hay que reponer una parte del mantillo que lo cubre y colocarlo en un lugar con poca luz y seco.
El espectáculo del perfecto hexágono se repetirá la próxima primavera y su secreto interior me volverá a llamar.