La lluvia fue uno de los primeros temas que entraron en este blog.
El agua, todos lo sabemos es un bien muy preciado.
Y no voy a dar ninguna explicación sobre el fenomeno que cuando se produce al no gusto, viene aquello de que Nunca llueve al gusto de todos.
Desde el momento en que fotografíe mis primeras gotas de agua sobre hojas y pétalos ya no he podido dejar de hacerlo.
Por esta zona la lluvia se hace esperar así que es todo un acontecimiento cuando acaece.
No importa lo que esté haciendo, lo que haga podrá esperar , las gotas de agua , tensionadas sobre las diferentes texturas vegetales son maravillas ópticas.
Ellas están ahi, pero hay que saberlas ver.
Cuenta la luz, cuentan las sombras...
Empecé fotografiando unas gotas que saltaban sobre la mesa del jardín yendo a estrellarse contra el suelo. Atraparlas fue una experiencia inolvidable de eso ya han pasado casi cinco años.
Una belleza magica y efímera que me ha atrapado por completo.
Hoy llueve, hacía meses que no caía una sola gota.
No todas las gotas de agua se dejan fotografiar, las hay que aun siendo bellísimas en su estado natural no quedará ni rastro de ellas, su belleza será parte de otras bellezas, pero para saber de ellas tienes que estar ahora y ahí .... y otras vendrán.
Pero algunas parecen que se compadecen ante tu esfuerzo y de pronto te hacen un guiño y si estás muy atenta hasta se dejan .
Driada solo ha dejado su huella en esta última
