Unos pocos metros cuadrados me siguen proporcionando el suficiente material para seguir fotografiando este lugar. Y aquí estoy en el último domingo de este año intentando meterme entre las ramas para cazar unas cuantas rosas.
La higuera ya ha perdido todas las hojas y sus ramas grises y retorcidas acabadas en una puntiaguda yema que permanecerá cerrada hasta la llegada de la primavera se entrecruzan peligrosamente. Me recuerdan los dedos huesudos y descarnados de mil brujas.
Pero este otoño la mayoría de los rosales supervivientes no dejan de florecer y es tal su vitalidad
que se estiran buscando los rayos del sol desafiando las garras de la reina del jardín , la higuera.Cuando estoy haciendo fotografias solo veo a través del visor. El mundo se ve diferente cuando se mira trás la cámara.
El silencio y la concentración que me acompañan a estas primeras horas de la mañana hace rato que está siendo perturbada , hasta que ya se hace insostenible y busco la causa de tanta algarabía.
¡Ahí están ! Me quedo observándolos durante unos instantes.
El dueño de la casa ha cerrado con rejillas los respiraderos de la pared. Pongo en marcha el disparador múltiple para ver si consigo alguna imagen que plasme la situación. Todo sucede muy rápido.
La pareja ha encontrado su "casa" clausurada, y creían que ya no tenían que preocuparse más de la vivienda... los tiempos han cambiado ¡hasta para los pájaros! . Revolotean inquietos intentando introducir ramitas y barro . El esfuerzo los agota y se toman unos brevísimos instantes .
Los problemas de vivienda son capaces de minar hasta las mejores relaciones de pareja.
Me he quedado tan quieta observándolos que creo que he llegado a confundirme con la higuera y la observadora, es observada.
Pasa casi desapercibido, es un diminuto Petirrojo. Ayer estuve cavando en el jardín ha venido a buscar suculentas larvas que han quedado al descubierto y rechonchas orugas a las que seguro las dejé sin túnel.
La lucha por el territorio y el sustento, ley de vida.
Pero los seres poderosos desafían a la muerte y optan por la momificación.
Primero fue la higuera.