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lunes, 9 de marzo de 2009

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

El verde pintado por todos los rincones de mi jardín

VERDES
Los nuevos verdes se empiezan oír en mi jardín. La planta del paraíso gigante con sus jóvenes hojas enrolladas luce un verde esmeralda brillante y enlustrado . Llaman la atención. Surgen con forma tubular abriéndose paso entre las gigantescas y viejas hojas que con sus tonos verdes oscuros lucen los desgarros del invierno que empieza a retroceder.
Dejando paso al rumor de los tonos verdes
Las calas también pugnan por romper la tierra, como si de un parto se tratara emergen de ella retorcidas y dolientes , pero tiernas y con la esperanza pintada en su color
VERDE QUE TE QUIERO VERDE


Los Evonimus
De la Familia : Calastraceae
Originarios del Japón.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Sus hojas pueden ser verdes, verdes y blancas, verdes y amarillas. Flores pequeñas y ligeramente perfumadas de color blanco crema
Y con todos esos verdes despertando a la primavera me han venido a la memoria los versos del poeta Federico Garcia Lorca. VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Con acento de romancero gitano he encontrado los versos del poeta en el arte de Manzanita.Creo que pocos han sabido interpretar ese VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Escucharlo es un desgarro de arte

Un sendero de evonimus decora una parte del jardín. Es una planta rústica y muy ornamental. Pide poco
En ambientes húmedos en conveniento no mojar las hojas ya que los hongos atacan con rapidez sobretodo el conocido como mildium. Cuidado también con las cochinillas son capaces de chupar tanta savia que acaban con la planta.

Por lo demás solo necesitan un recortado un par de veces al año si lo queremos como seto. En maceta es también muy decorativo y se puede dejar crecer sin recortado sus formas son compactas y puede alcanzar los tres metros.
Tal y como iba haciendo las fotografías a los diferentes ejemplares que hay en mi jardín el verde ha vuelto a recordarme el
Romance Sonámbulo
de Federico
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
--Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
--Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
--¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Los diferentes verdes hacen que se escuche la primavera cada vez más cerca