domingo, 29 de marzo de 2009

HIGUERA

El ciruelo ha florecido y la higuera también y además la primera lluvia primaveral nos acompaña durante unos días, ya tocaba que el polen se estaba poniendo bastante pesado . Bienvenida lluvia.
La higuera no tiene capullos que florezcan, ni flores con pétalos de colores que atraigan a insectos para que éstos las polinicen y se obtengan frutos. La higuera “florece” hacia dentro. Pequeñas “bolsas” abultadas, es decir, los higos, llenos de estambres, pepitas y jugos, que en cualquier momento, si no se comen, atraerán con su dulzor a los insectos. Después se pudren y caen a la tierra.
Cada árbol tiene una historia oculta, legendaria que contar y solo la contara a quien comprenda que en su tronco, en sus raíces y en sus ramas late la vida de un ser majestuoso.
Desde el principio de los tiempos el árbol había mantenido una relación vital con el ser humano celta, al proporcionarnos el primer hogar, leña, sombra y alojamiento para las aves que podían convertirse en caza para alimentar a la tribu.
Sin embargo, los druidas consideraban que la relación podía hacerse más íntima, si se tenía en cuenta que cada hombre o mujer lleva en su interior un árbol, por medio del cual alimentaba el deseo de crecer de la mejor manera.
Pues bien mi árbol es la higuera. Cada uno de nosotros tenemos asignado un árbol según el día y el mes en que nacemos. Por la protección de dicho árbol se rigen nuestras vidas. En mi pequeño jardín hay una higuera. Ya lo he contado en este blog. Los higos me pierden. Si me quisieran envenenar lo tendrían fácil.
La higuera me fascina es un árbol que florece hacia a dentro, su tronco grisáceo tiene color de piedra, su madera casi incombustible, alberga el bien para unos y el mal para otros.
Rebuscando por la red he encontrado mucho sobre la higuera.
Una fábula
El castaño y la higuera.
Viendo el castaño a un hombre que, trepando sobre una higuera, doblaba sus ramas hacia sí y de ellas arrancaba los maduros frutos que iba metiendo en la abierta boca para romperlos con los duros dientes, empezó a sacudir sus largas ramas y a decir: -¡Oh, higuera, cuánto menos que yo debes tú a la naturaleza! Observa cómo dispuso ella, para mejor guardar a mis dulces hijos, vestirlos primero de una delgada camisa y envolverlos luego en una piel espesa y resistente; y todavía, no satisfecha de tanto favorecerme, les construyó una sólida habitación, defendida por espinas abundantes y agudas, a fin de que las manos del hombre no puedan dañarla. La higuera entonces echose a reír junto con sus hijos, y cuando hubo concluido de reírse, le contestó así: -Tú ignoras que el hombre se ingenia, con pértigas, piedras y sarmientos, para hacerte bajar las ramas y privarlas de sus frutos, los cuales, caídos al suelo y golpeados con los pies o con piedras, salen estropeados y maltrechos fuera de la fortificada casa. A mí, entretanto, los hombres me tratan con manos cuidadosas y no como a ti con palos y guijarros
Un cuento
Una noche, antes de la noche más corta, una niña se arrastraba bajo de una higuera, la niña lloraba de hambre, no le importaba el peligro de la guerra pues estaba muriendo de algo peor, la Higuera la tomó con sus ramas y la cobijo, no sabía que hacer con aquella criatura, la niña sintió el calor del amor de la higuera sonrió y murió bajo el amor de la Higuera, Aquel amor y aquella impotencia hicieron que sus flores se apretaran como los puños de un hombre, y se convirtieran en frutos. Pocas horas después otros hombres se acercaron buscando a la niña que ya no lloraba, lloraron cuando encontraron a la niña muerta, la madre muy debilitada por el hambre dijo que no podían enterrarla pero por lo menos la taparían con las flores de la higuera, otros dijeron que era mala idea, pues esas flores eran para los dioses y se podían enojar, la mujer llorando dijo que no podía ser peor de lo que estaba pasando, intento buscar una flor abierta, pero todas estaban cerradas en capullos, le pareció extraño pues para aquella fechas la flor de la higuera siempre estaban abiertas. Intentó abrir una, y solo encontró un amasijo de pepillas dentro de una pulpa gelatinosa, decidió probar y era dulce, la cubierta era también dulce y daba la sensación de que estaba llena. En ese momento, la Higuera se agachó y dejó que la mujer tomará sus flores cerradas, y le dijo a la mujer – tomad, comerlas. Dentro está todo el amor que siento por vosotros y está el amor de la pequeñita – La mujer tomó unas cuantas y salió en busca de los otros para que comieran.

Esa noche no hubo flores para los dioses, las ninfas y hadas gritaban, exigían sus flores, las Higueras le respondieron que ellas vivían con los hombres y que sus frutos eran para ellos. Tenían todos los componentes básicos para que un hombre viviera mientras durará esa guerra. El Creador se apareció y le dijo a las Higueras - Higueras han encontrado el significado de su existencia, es para esto que están aquí, y vuestra voluntad es ley, sus frutos siempre serán para los hombres, ya que es una ofrenda de amor.

La higuera ha tenido papel preponderante en el folklore de todos los pueblos, no ya por sus virtudes narcotizantes o hipnóticas sino por la magia que ha inspirado a la mentalidad popular.
Las imágenes de Osiris y de Príapo, el hijo de Dionisio y Afrodita, que representaba a la fertilidad de la naturaleza, estaban labradas en la madera de una higuera, árbol consagrado, también a Venus.
Mala fama también tiene la higuera . La leyenda dice que bajo su sombra nada crece; que todo aquel que se cobija bajo sus ramas se ve muy pronto, atacado de lo qué la gente da en llamar el "aire" de la planta y que produce hinchazones en todo el cuerpo, así también como "mal de ojo" o conjuntivitis. Lo que yo puedo decir es que en la recogida del fruto te llevas la penitencia, el escozor en la piel que produce el solo contacto con sus hojas es muy molesto y si no te lavas las manos después de la recogida si estas tocan los ojos se pasa bastante mal . A pesar de esas "maldiciones" cuando hay higos esa es mi cena.
La higuera es uno de los árboles más antiguos cultivado por el hombre (7.000 a.d en Jericó).
La particular relación que existe entre la Higuera y los “dioses” de la tierra, del agua, del barro, se observa en su forma. La madera es de color gris como el color de las rocas, poroso, e incombustible. Es húmedo y carece de resina. Al mantener la humedad en los poros, es muy resistente a grandes sequías.
Dice mi higuera que por nacer bajo su influjo soy una buena maestra. Será por eso.

sábado, 21 de marzo de 2009

DRIADA Y LA PRIMERA FLORACIÓN EN ÁRBOLES

Dríadas: Son las hadas de los bosques, ninfas de los árboles, y se dice que su existencia dura tanto como el árbol en el que moran. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada y el pelo verde.
La Dríada de este ciruelo se despoja de sus azules invernales.
Son hermosas, gráciles y ligeras, y sus pupilas, cuando se aparecen al hombre, reflejan rayos de color dorado. Las voces de las dríadas, cuando cantan, se funden con el susurro de las hojas al ser agitadas por la brisa. El laurel que crece en mi jardín es habitado por una hermosa Dríada de tonos dorados que despierta con sus bellas flores cada primavera.
Se hallan unidas a su árbol de por vida y no pueden alejarse a más de 300 metros de él o mueren lentamente.
Son capaces de penetrar en un árbol y forman parte de él . Si alguien golpea al árbol al que está unida, ella recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa.
Una dríada tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol, e incluso puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos.
Las dríadas hablan varias lenguas y su gran inteligencia les permite comunicarse con casi todos los seres del bosque, además hablan el lenguaje de las plantas.
No son nada agresivas, y si las atacan hechizan a sus atacantes como defensa. El hechizo de una dríada tiene un gran poder y es muy difícil tener la suficiente resistencia a la magia como para no caer hechizado.
Cada árbol, arbusto o matorral tiene unido un espíritu hembra de dríada o hamadría. Capaz de separarse de su anfitrión de madera, la dríada es un tipo de ninfa. Son las ancianas guardianas de los árboles.
las hamadriadas, sin embargo, son los espíritus vivientes de los árboles, que nacen cuando el árbol nace y mueren cuando este se muere.
Las dríadas las protegen. Es importante que se comunique primero con la dríada y la hamadria de un árbol antes de llevarse cualquier parte del mismo: madera, corteza, hojas, bayas o flores.
Esto permitirá al árbol a que se prepare a si mismo e insufle propiedades mágicas a la parte que se lleve para usar. una vez que haya cogido cualquier parte del árbol, se debería dejar siempre una ofrenda a cambio y como señal de agradecimiento.
Y ahora un poco de realidad .
Un vistazo a los rosales. Después de la poda a mediados de febrero el rosal presenta este aspecto
Los brotes de un color rojo intenso parece sangrar por el esfuerzo realizado como si de un recién nacido fuera. El color es debido a la defensa que la planta proporciona a sus jóvenes hojas contra los incipientes rayos del sol que ya levantando en el cielo dejan caer su fuerza y su energía.
La Clivia florece por primera vez en el jardín. Llego el verano pasado y tras la aclimatación y el reposo invernal ofrece este precioso espectáculo. Más adelante escribiré sobre ella. Hoy solo presentarla .
La fuerza de la Glicina o Wisteria Sinensis . Una trepadora extraordinaria y muy muy peligrosa cuando su abrazo rodea aquello que se deje el estrangulamiento es lento y mortal . Necesita trepar , necesita avanzar metros y metros y lo hace con flexibles lianas.
En estos días da la bienvenida a la primavera con brotes así de poderosos. De las ramas no podadas florecerán unos racimos de hasta 40 cm. que espero mostrar dentro de poco .Después de la floración empezará el estallido de hojas que cubrirán con su suave tono verde ramas hasta el extremo más lejano. No fiarse de su dulzura y su aparente fragilidad . Recordar su abrazo puede ser mortal.
Los helechos también despiertan a la primavera . Estaban en nuestro planeta antes de la llegada del hombre . Acerco lo máximo que puedo el objetivo de la cámara. Es maravilloso; el despliegue del tallo con hojitas a derecha e izquierda, perfecta colocación. El extremo todavía enroscado parece avergonzado como si no se atreviera a despuntar. La sencillez de la naturaleza es la hermosura de su fuerza.

lunes, 9 de marzo de 2009

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

El verde pintado por todos los rincones de mi jardín

VERDES
Los nuevos verdes se empiezan oír en mi jardín. La planta del paraíso gigante con sus jóvenes hojas enrolladas luce un verde esmeralda brillante y enlustrado . Llaman la atención. Surgen con forma tubular abriéndose paso entre las gigantescas y viejas hojas que con sus tonos verdes oscuros lucen los desgarros del invierno que empieza a retroceder.
Dejando paso al rumor de los tonos verdes
Las calas también pugnan por romper la tierra, como si de un parto se tratara emergen de ella retorcidas y dolientes , pero tiernas y con la esperanza pintada en su color
VERDE QUE TE QUIERO VERDE


Los Evonimus
De la Familia : Calastraceae
Originarios del Japón.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Sus hojas pueden ser verdes, verdes y blancas, verdes y amarillas. Flores pequeñas y ligeramente perfumadas de color blanco crema
Y con todos esos verdes despertando a la primavera me han venido a la memoria los versos del poeta Federico Garcia Lorca. VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Con acento de romancero gitano he encontrado los versos del poeta en el arte de Manzanita.Creo que pocos han sabido interpretar ese VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Escucharlo es un desgarro de arte

Un sendero de evonimus decora una parte del jardín. Es una planta rústica y muy ornamental. Pide poco
En ambientes húmedos en conveniento no mojar las hojas ya que los hongos atacan con rapidez sobretodo el conocido como mildium. Cuidado también con las cochinillas son capaces de chupar tanta savia que acaban con la planta.

Por lo demás solo necesitan un recortado un par de veces al año si lo queremos como seto. En maceta es también muy decorativo y se puede dejar crecer sin recortado sus formas son compactas y puede alcanzar los tres metros.
Tal y como iba haciendo las fotografías a los diferentes ejemplares que hay en mi jardín el verde ha vuelto a recordarme el
Romance Sonámbulo
de Federico
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
--Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
--Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
--¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Los diferentes verdes hacen que se escuche la primavera cada vez más cerca

viernes, 6 de marzo de 2009

PARA BEKER

Me llamó la atención su blog por las preciosas fotografías de esa flor tan sencilla y a la vez tan colorista como es el pensamiento. Poco ha poco he ido pasando por su casa y ahora no dejo de visitarlo. Hoy 6 de marzo Beker nos regala ¡como no! una preciosa imagen de sus flores preferidas Aquí está . Muchas gracias por tu obsequio.

Pero Beker nos hace una petición y yo deseo complacerle . Y lo hago con esta imagen . La capte el pasado día 3 en un jardín que no es el mio. Ese jardín pertenece a una persona muy especial para mi. Siempre que lo visito me lleno de energía , nunca lo había fotografiado. Pero el pasado día 3 de marzo me lleve la cámara y capte imagen es preciosas de ese hermoso lugar.

Esta es una , todos lo hemos hecho alguna vez. Hemos destrozado su hermosura insignificante y a la vez perfecta, efímera como la vida misma. Frágil y destructible ante el más ligero soplo. Espero que te guste en este día tan especial para ti.