El ciclo primaveral está en pleno desarrollo . Los cactos y las crasas están en flor y sus curiosas formas destacan más si cabe cuando el color desaparece.
Ahí está con su enorme volumen. Tiene más de 45 años un metro de altura y unos 70 centímetros de ancho en su parte más central. No es una perfecta bola, pero casi.
Su coronilla se delinea de flores cada primavera.
Ahí las tenéis un poco más cerca. Es como una cabeza de espinas coronada de ásperas inflorescencias.
Una imagen macro para ver con más detalle las flores del conocido vulgarmente asiento de suegra.
Púas y flores en perfecto círculo.
Una pequeña crasa que también florece entre sus carnosas y jugosas hojas.
Vista más de cerca. Las flores se montan en unos pedúnculos que se alargan para destacar entre sus hojas
Y entre las crasas una variedad de las tan conocidas Siemprevivas. Esta florece tras sacar largos tallos carnosos que se doblan como tentáculos buscando la luz y el sol y en su extremo saca unas pequeñas florecillas en forma de piña.
Un día más y un día menos en esta primavera que nada se parece a ninguna vivida.
4 comentarios:
Las fotografías están preciosas. Un beso y salud.
Buenos días Teresa.
Gracias.
Salud y un beso.
Preciosas fotos!
Muchos besos, Isabel, espero que estés bien.
Muchas gracias por seguir ahí, Montse.
Seguimos por aquí. Agarrada a mi tabla que es este lugar.
Espero y deseo que tu y los tuyos sigáis bien.
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