No me puedo imaginar lo que experimenta una fotógrafa realizando su trabajo ante los modelos que saben, porque pueden dadas sus anatomías, fisonomías, empatías y demás vocablos acados en -ias y que tienen que ver con el lenguaje de la imagen cuando se presenta la ocasión de compartir la acción de una sesión de fotos.
No me lo puedo imaginar porque lo mio es una afición y la modelo en este caso es una flor. Pero lo que si puedo es expresar lo que la flor de la cala me brinda cada primavera cuando me pongo a fotografiarla.
Vista desde arriba es como un tobogán que te absorbe irremisiblemente a un fondo inaccesible para cualquier humano.
Si con la mirada deambulas por su espiral puedes estar dentro y a la vez fuera.
Y en ese inmaculado girar y contragirar la naturaleza advierte con energía que si entras en ella tú ya no serás tú.
La flor de la Cala cambia su pose y al igual que está alerta, ávida de vida y dispuesta a envolver con su mensaje a cualquiera que se adentre en ella ... transforma su impoluto y blanco manto en retorcido y sinuoso látigo que hostiga y marca el principio y el fin de su espacio vital.
Interior-Exterior
Exterior-Interior
Dentro-Fuera
Fuera-Dentro
Su belleza es simple y equilibrada. La armonía de la Cala está en su color, en su textura en su forma .
- ¿ Una sesión de fotos con una gran modelo, es posible que sea así?- Me pregunto.
Y me respondo.
- No lo sé.
No sé si he sabido plasmar suficientemente el placer que me proporciona hacerle fotos a mis matas de calas.
Para poder seguir haciéndolo hay que mantenerlas vivas en el jardín y eso no es difícil. Las Calas son plantas que se encuentran mejor a la sombra, así las hojas no pierden el color verde intenso. Las he visto en jardines con las raíces encharcadas, las mías solo las riego en verano y si el otoño es seco, nada de agua durante el invierno. Las raíces son tubérculos y el único peligro es que se pudran, así que descanso que engorden y se ramifiquen bajo tierra antes de que llegue la primavera . Con esos poquitos cuidados las Calas volverán a abrir sus copas primavera tras primavera .
Las mías llevan ya casi 20 años en el jardín espero volver a disfrutarlas , cuando la naturaleza mande.
Un clic más para dejar bien claro que es una flor que sabe posar muy bien.
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