Junto a las Rosas las Azucenas representan la aristocracia en el mundo de las flores.
El Lirio que no deja de ser el galicismo de Azucena es una de las flores con más peso simbólico para nosotros los humanos.
No puede faltarnos una maceta, que sea profunda. Lo de profunda es porque la azucena tiene dos tallos uno bulboso y subterráneo de color blanquecino y escamoso y otro aéreo con hojas y en su extremo que puede alcanzar un metro, las flores. Flores hermafroditas con seis tépalos blancos o no, que los hay de variados colores, el blanco el más conocido. Los tallos subterráneos nos pueden durar en el jardín de 4 a 5 años si no sufren ninguna enfermedad.
Y no puede faltarnos porque esta flor es mágica, aleja a los fantasmas y si no se cree en ellos siempre nos puede echar una mano para alejar visitas indeseadas.
La azucena la vemos como símbolo de pureza en el cristianismo, pero ya mucho antes la vemos representda en frescos antiguos egipcios y mesopotámicos.
El rey Louis VII de Francia la incluyó en su escudo y es marca desde entonces de la monarquía francesa. Los ingleses no se quedaron atrás y la casa Lancaster también la adoptó por aquello de no dejar de mirar a Francia como futura posesión.
La Orden Militar de Santiago desde el siglo XII que defendía a los peregrinos que se acercaban al Apóstol la incluyó también en sus escudos y vestimentas.
¿Recordamos a Milady de Winter? la "mala" de Los tres Mosqueteros, la amiga del maligno cardenal. Ella llevaba tatuada la flor de Lys que es lo que se hacía con las prostitutas y ladrones o prostitutos y ladronas (eso no lo dice) (cosas del lenguaje.... ).
En el siglo XVI los Alquimistas la adoptaron como símbolo de su ocultismo y prestigio.
Incluso un grupo de mafiosos alemanes, su nombre no lo voy a mencionar ahora, así que cada uno personifique a su gusto la tomaron como anagrama y ¡pobre de aquel que no la tuviera!
Se entiende ahora el porque este otoño, sin falta hay que hacerse con un bulbo de Azucena y disfrutar de ella en venideras primaveras y veranos.
El Lirio que no deja de ser el galicismo de Azucena es una de las flores con más peso simbólico para nosotros los humanos.
No puede faltarnos una maceta, que sea profunda. Lo de profunda es porque la azucena tiene dos tallos uno bulboso y subterráneo de color blanquecino y escamoso y otro aéreo con hojas y en su extremo que puede alcanzar un metro, las flores. Flores hermafroditas con seis tépalos blancos o no, que los hay de variados colores, el blanco el más conocido. Los tallos subterráneos nos pueden durar en el jardín de 4 a 5 años si no sufren ninguna enfermedad.
Y no puede faltarnos porque esta flor es mágica, aleja a los fantasmas y si no se cree en ellos siempre nos puede echar una mano para alejar visitas indeseadas.
La azucena la vemos como símbolo de pureza en el cristianismo, pero ya mucho antes la vemos representda en frescos antiguos egipcios y mesopotámicos.
El rey Louis VII de Francia la incluyó en su escudo y es marca desde entonces de la monarquía francesa. Los ingleses no se quedaron atrás y la casa Lancaster también la adoptó por aquello de no dejar de mirar a Francia como futura posesión.
La Orden Militar de Santiago desde el siglo XII que defendía a los peregrinos que se acercaban al Apóstol la incluyó también en sus escudos y vestimentas.
¿Recordamos a Milady de Winter? la "mala" de Los tres Mosqueteros, la amiga del maligno cardenal. Ella llevaba tatuada la flor de Lys que es lo que se hacía con las prostitutas y ladrones o prostitutos y ladronas (eso no lo dice) (cosas del lenguaje.... ).
En el siglo XVI los Alquimistas la adoptaron como símbolo de su ocultismo y prestigio.
Incluso un grupo de mafiosos alemanes, su nombre no lo voy a mencionar ahora, así que cada uno personifique a su gusto la tomaron como anagrama y ¡pobre de aquel que no la tuviera!
Se entiende ahora el porque este otoño, sin falta hay que hacerse con un bulbo de Azucena y disfrutar de ella en venideras primaveras y veranos.
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