El jardín sigue vivo, mientras yo siga viva.
Con el calor que toca por ser las fechas que son.
El riego que no la lluvia siempre es bien recibida por las resistentes floraciones.
Llamativos campos de aterrizaje y abastecimiento para los maravillosos polinizadores.
Preciosas las flores de las Gallardias ¡me aletra saber de tí, Isabel!
ResponderEliminarMuchos besos.
Me alegro verte, Montse.
ResponderEliminarSeguimos todavía por aquí, ya ves.
Un abrazo y gracias por estar ahí