Son los primeros en abrir sus delicadas florecillas blancas con fondo amarillo, los que año tras año florecen en cuanto el sol deja pasar algunos rayos más templados. Sigue haciendo frío pero ellos son de los primeros en abrir multitud de florecillas contrapuestas y muy arracimadas. Pequeños puntos de luz en un jardín que todavía duerme.
Hace años que manejos sus bulbos. Algunos los dejo en tierra y se naturalizan sin perder energía y otros los extraigo a finales de verano cuando ya han reposado y engordado bajo una tierra que procuro esté bien abonada y aireada. Esos bulbos extraídos los dejo que se sequen unos días los guardo en cajitas de cartón sumergidos en serrín y cuando el otoño lleva un mes más o menos los llevo allá donde quiero que se desarrollen. No fallan, en tierra, en jardineras, en rocallas en macetitas pequeñas …
Isabel, lo míos este año, todavía ni tienen intención.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Son preciosos y huelen muy bien, por aquí los llamamos candelarias. Un beso.
ResponderEliminarNo me extraña Nani, por aquí la temperatura queda protegida por el Mediterráneo que es una taza de caldo y por tu tierra habrá apretado el frío.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Hola Teresa.
ResponderEliminarCandelarias?, no lo había oído.
Un beso.
¡Preciosos los narcisos, los aunciadores de la primavera!
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola Montse.
ResponderEliminarAndas por aquí, eso es muy buena señal.
me alegro mucho de verte.
Un abrazo.