jueves, 14 de mayo de 2020

CAPÍTULO V. ROSAS CON NOMBRE. LA SEVILLANA Y EL INGLÉS

 Un lugar de encuentro entre dos rosales muy diferentes.
Sus nombres; Pierre de Ronsard y La Sevillana.
Un rosal romántico inglés y un rosal moderno.
Flores globulares que abren lentamente y flores con formas ondeadas y alegres.


Rosal la Sevillana  del rojo vivo al anaranjado intenso.

Rosal Pierre de Ronsard  del blanco crema al rosa.


 Cada primavera sobre el arco del jardín puedo disfrutar del encuentro entre dos rosales trepadores pero muy diferenciados entre si.

No puedo evitar hacer un paralelismo de ideas al observarlos.
Son como una pareja a la que le han trazado un camino y de él no pueden salirse.
Uno más vigoroso en su estructura que el otro  avanza invadiendo terreno que no ha sido pensado para él.


Conozcamos a cada uno de ellos,



Pierre de Ronsard que lleva el nombre de poeta.

1578 Pierre de Ronsard, el poeta que nació en el Castillo de la Possonière, Couture-sur-Loir, Francia, el 11 de septiembre de 1524. Fue conocido como «Prince des poètes et poète des princes» (El príncipe de los poetas y poeta de los príncipes), de Francia, liderando junto al también poeta Joachim du Bellay, el grupo poético del Renacimiento francés conocido como La Pléyade.

Pertenecía  a una familia noble, llegó a trabajar en la corte de Francisco I y en la de Jacobo I Rey de Escocia.

Por problemas de salud tuvo que renunciar a la carrera militar ordenándose sacerdote en 1540.

 En 1944, viajó a París para ingresar en la escuela de Coqueret uniéndose a otros poetas franceses formando el grupo de «La Pléiade» que tenía como objetivo impulsar la literatura francesa.

Su primera publicación reconocida fue: «Odas», de 1551, más tarde, «Los Amores de Casandra», de 1552 y «El Soto real», de 1554; después vendrían: «Los Himnos», en 1556 y «Poemas», en 1573. Toda su obra está marcada influenciada por Petrarca y Píndaro. Después de una larga enfermedad, murió en Saint-Cosme-en-l’Isle, cerca de Tours, el 27 de diciembre de 1585.


Y cuando el rosalista Jacques Mouchotte  la presentó en el año 2006  a concurso con el nombre del poeta entró en directamente en el Olimpo de las rosas con nombre, siendo entonces considerada la rosa favorita del mundo.
Un trepador de ramas flexibles que hay que amarrar porque cuando llega la floración es tan ... tan exuberante que es como una derrame de rosas imparable.
Sus flores llegan a los 14 cm. de diámetro y con un contenido de hasta 70 pétalos cada una, apiñados, y van abriendo muy lentamente lo que le hace estar florido durante días.

Es uno de mis preferidos a la hora de fotografiar después de la lluvia, sus pétalos retienen con firmeza las gotitas  costandole mucho dejarlas ir  y yo aprovecho para fotografiar.



La Sevillana
Un rosal que los paisajistas lo tienen en su lista.


Este rosal es el mensajero de la alegría.

Puede trepar por cualquier lugar, extenderse por los espacios más tristes y transformarlos en una explosión de color y viveza.
Sus flores no superan los 7 cm. de diámetro pero se agrupan en racimos y sobre pedúnculos muy resistentes formando así ramilletes potentes y fuertes que resisten a vientos y lluvias primaverales deshojándose, por supuesto, pero eso no importa, la floración es tan densa que lo único que hay que hacer es recoger decenas y decenas de pétalos caídos, que también tiene su encanto en un jardín.
La Sevillana pertenece a la familia de las rosas denominadas floribundas que fueron el resultado del cruce de rosas tipo de té y las polyantha.
Y no, no es creación española, fue creado por la rosalista Marie-Louise Meilland para la casa de su renombrado apellido en el año 1978.


Y, algo muy importante, que a mi me ha costado alguna primavera con menos floración y es que cuando se realiza la poda principal tener en cuanta que las rosas, la floración estará en los tallos del año anterior, así que hay que reforzarlos tallos principales para que sean guías resistentes, quitar todos los tallos, enfermos o semisecos  y repuntar los del año lo suficiente para que no pierdan la forma.

Por lo demás; buen abono orgánico una vez al año riego moderado, sol y como no podría ser de otra manera controlar sobretodo las plagas de primavera que son voraces y los pueden debilitar.

4 comentarios:

  1. Pues muchas gracias por la información y por la belleza de esas fotos. Me encantan las rosas en cualquiera de sus variedades. Son una obra maestra de la Madre Naturaleza.
    Abrazos

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  2. Las rosas me encantan y estas dos que nos presentas son preciosas. Besitos.

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  3. Antonia, gracias por dejar tu comentario y me alegro que te gusta pasear por este jardín.
    La Madre Naturaleza es una gran creadora, cierto.
    Abrazos.

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