Blog personal con fotografías tomadas en un pequeño jardin particular de una maestra jubilada amante de la jardinería y la fotografía. Descripciones de plantas flores y todo ser viviente del lugar. Leyendas y mitos sobre lo que las imagenes presentadas sugieren.
domingo, 20 de septiembre de 2009
BIENVENIDO OTOÑO
viernes, 11 de septiembre de 2009
AROMA CALIENTE . EL JAZMIN
Cuentan -¡pero Alah el Exaltado es más sabio!- que, en un país entre los países musulmanes, había un viejo rey cuyo corazón era como el Océano, cuya inteligencia era igual a la de Aflatún, cuyo natural era el de los Cuerdos, cuya gloria superaba a la de Faridún, cuya estrella era la
propia estrella de Iskandar, y cuya dicha era la de Khosroes Anuchirwán. Y tenía siete hijos brillantes, parecidos a los siete fuegos de las Pléyades. Pero el más pequeño era el más brillante y el más hermoso. Era rosado y blanco, y se llamaba el príncipe Jazmín.
Y en verdad que se desvanecerían en su presencia el lirio y la rosa. Porque tenía un talle de ciprés, un rostro de tulipán fresco, cabellos de violeta, bucles almizclados que hacían pensar en mil noches oscuras, una tez de ámbar rubio, dardos curvos por pestañas, rasgados ojos de narciso; y sus labios encantadores eran dos alfónsigos. En cuanto a su frente, con su brillo daba vergüenza a la luna llena, cuyo rostro embadurnaba de azul; y de su boca con dientes de
pedrería, con lengua de rosa, fluía un lenguaje dulce que hacía olvidar la caña de azúcar. Así formado, y vivaracho e intrépido, resultaba un ídolo de seducción para los ojos de los amantes.
Y he aquí que, de los siete hermanos, era el príncipe Jazmín el encargado de guardar el innumerable rebaño de búfalos del rey Nujum-Schah. Y su morada eran las vastas soledades y los prados. Y estaba un día sentado tañendo la flauta mientras cuidaba de sus animales, cuando
vio avanzar hacia él a un venerable derviche, que, después de las zalemas, le rogó ordeñara un
poco de leche para dársela. Y contestó el príncipe Jazmín: "¡Oh santo derviche! soy presa de una pena punzante por no poder satisfacerte. Porque he ordeñado a mis búfalos esta mañana, y
claro es que no puedo aplacar tu sed en este momento". Y el derviche le dijo: "A pesar de todo, invoca sin tardanza el nombre de Alah, y ve a ordeñar de nuevo a tus búfalos. Y descenderá la bendición". Y el príncipe semejante al narciso contestó con el oído y la obediencia, y estrujó la teta del animal más hermoso, pronunciando la fórmula de la invocación. Y descendió la bendición; y el vaso se llenó de leche azulada y espumosa. Y el hermoso Jazmín se la presentó al derviche, que bebió para aplacar su sed y se sació.
Y entonces encaróse con el joven príncipe, y le dijo, sonriendo: "¡Oh niño delicado! no has alimentado una tierra infecunda, y nada más ventajoso para ti que lo que acaba de ocurrir. Has de saber, en efecto, que vengo a ti en calidad de mensajero de amor. Y ya veo que verdaderamente mereces el don del amor, que es el primero de los dones y el último, según estas palabras:
¡Cuando no existía nada, el amor existía; y cuando nada quede, quedará el amor!
¡Es el primero y el último!
¡Este es el punto de la verdad; es lo que por encima de todo se puede decir! ¡Lo que acompaña el ángel de la tumba!
¡Es la hiedra que se une al árbol y bebe su verde vida en el corazón que devora!
En cuanto a la planta de sus dos piececitos, es de lo más encantadora. Su corazón es un pomo de esencia sellado, y su espíritu está dotado del don supremo de la inteligencia. ¡Si avanza, se promueve el tumulto de
Y tras de hablar así, el viejo derviche respiró prolongadamente; luego añadió...
En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente.
¿A que entra sueño ?
viernes, 4 de septiembre de 2009
ANTORCHA PLATEADA
Al principio son verdaderos muñones recubiertos de hermosas pilosidades blancas que se van tiñendo de un rosa carmín como si se desgarrara y sangrara antes de mostrar su belleza
Pierden las redondeces y se alargan como escapando del cilindro en el que han estado aprisionadas. Esta especie de muñón alargado se estira y en agrupamientos de 4 a 6 abren sus pétalos de un rosa claro con tintes de violeta en las puntas. Pueden alcanzar los 10 centímetros de longitud. Muy espectaculares los estambres que se apiñan en corola llamando con todo su vigor a los distraidos insectos que todavía no se han dado cuenta de su presencia.Ya hace rato que Driada se ha olvidado de mi existencia. No me importa, la veo pasear por el jardín de nuevo y eso ha estado bien.